Un nuevo capítulo sobre viajeros del siglo XIX. Una nueva estampa de aquella Córdoba finisecular. Un pintor prácticamente desconocido, del que apenas podemos seguir sus huellas sino a través de catálogos de exposiciones colectivas: Robert David Gauley.
Sólo disponemos de pequeños retazos biográficos del autor. Gracias a uno de esos catálogos conocemos que nació en 1875 en la pequeña localidad de Ballylag, Irlanda, y que como muchos de sus compatriotas debió verse obligado a emigrar poco después de su nacimiento guiado por el american dream, ya que todas las breves reseñas lo señalan como un pintor americano (del Norte, obviamente).
De su vida, poco más. Fue alumno del pintor, coleccionista y profesor de arte Denman Ross, del que conocemos algo más: hasta tiene entrada en la wikipedia. A los veinte años debió hacer un primer viaje por Europa, ya que en 1895 estaba en Córdoba y en 1896 en Roma, lo cual está atestiguado por los cuadros que hizo en aquellas fechas.
De Córdoba hizo al menos dos. Un primero, el que da pie a nuestra entrada, y un segundo, titulado Córdoba, que debe estar escondido en las mazmorras de alguna galería o coleccionista porque nos ha sido imposible acceder a él.
Nuestro autor falleció en 1943.
Algo así como un catálogo de sus obras
Yo diría que es la fuente del Patio de los Naranjos, ¿no?
Yo creo que tambien, Saqunda, es inconfundible, desde el este. La segunda es más dificil de averiguar.
Sin duda que la primera es una fuente del patio de la Mezquita. Al fondo puede verse los caños de la fuente del olivo y se aprecia también el arranque de la torre.
Es, sin duda, del patio de los naranjos, vista desde su lado oriental, como dice Paco Muñoz, aunque con un caño central algo exagerado (o no, no sabemos si en aquella época la escorrentía de la sierra que la nutre era mayor). La segunda pertenece a la ciudad de Roma, Paco, y si acaso, se parece a la de los jardines de la Agricultura, pero solo se parece: no lo es. Pero qué más da.
joerr!! Ben-Saprut, te estás dando un buen repaso por el MIC.
A que te está gustando… pues ya sabes, tú tambien puedes subir tus hallazgos, ya verás que sencillito es.
Yo opino igual que tú Taberbero. Tengo la impresión de que Ben-Saprut (o Hasdai ibn Shaprut) sabe de que va la cosa, hay que reconocer que «En su juventud, Hasday aprendió hebreo, árabe y latín, lengua esta última que por entonces sólo era conocida en España por la alta jerarquía eclesiástica cristiana y que la aprendió en Córdoba. También dominaba el romance, incipiente castellano. Estudió también medicina, y fue fama que había descubierto un remedio universal o panacea, llamada «Al-Faruk», una especie de antídoto contra el veneno, según algunos autores. Fue médico del califa Abderramán III (912-961) y gracias a sus cualidades llegó a ser uno de sus principales consejeros, cargos que continuó con su hijo, el califa Al-Hakam II. Aunque nunca llegó a recibir el título oficial de visir, ejerció funciones similares a las de un ministro de asuntos exteriores actual y supervisaba las aduanas en el puerto de Córdoba. De hecho ostentó el cargo de «nasi», una especie de «principado» como máximo responsable de las comunidades judías de al-Ándalus.» (De Wikipedia)
o sea que es una autoridad en la materia, ánimo Ben-Saprut.
«¿Los cipreses de Córdoba?»
¿Estás insinuando Paco, que Ben podría ser un cura?
🙂
¿Tabernero pongo el antivirus?
Bromas aparte, bien venido a esta tu casa Ben-Saprut.
No me abruméis. Simplemente soy un mirante cuarentón al que le gusta el tema y dice lo que sabe, que ni es poco ni es tanto como el verdadero ben-saprut (a quien admiro). Me gusta el sitio y vuestras opiniones e intento opinar, eso es todo. No le deis más vueltas.
Tabernero: desde luego soy de todo menos cura (de cualquier religión)
Puerta Osario: Sí (lo has leído, ¿verdad?)
Yiii… estoy en ello. Me atasqué en los tres cuartos pero quiero retomarlo pronto.
Bienvenido al barco. Perdona los recelos.