Y es que esta Córdoba mía no deja de sorprenderme, quizás me suceda esto porque la historia de Córdoba haya sido escrita siempre de forma tendenciosa y muy poco objetiva. Escrita para contar una ciudad amputada que solo refleje un concreto discurso y no otro. Es difícil encontrar en los anaqueles cordobeses, referencias a estos personajes locales o no, que han escrito la historia y la cultura de esta ciudad pero que sin embargo están condenados al olvido en ella. Este descubrimiento personal y continuado de «grandes» de la cultura de todos los tiempos, que han vivido o bebido de nuestra ciudad, me lleva a preguntarme quién dirige y traza las sendas de la cultura de Córdoba, para que esta quede siempre tristemente encorsetada en la más vulgar de las estéticas «Cañí». Cómo es posible que siendo una fuente de Cultura hayamos construido un argumentario cultural tan limitado.
Por las páginas de la Calleja ya han pasado unos pocos, pero pasarán muchos más. El que hoy os presento, fue un excelente actor que brilló con fuerza en el Hollywood fulgurante de la década de los 30, 40 y 50. Carlos Villarias fue el protagonista de una versión en castellano de la famosa película «Drácula» protagonizada por Bela Lugosi. Esta versión se rodó a la vez que la inglesa, con los mismos decorados y vestuarios, pero con actores españoles. Por entonces, no existía aún el doblaje y, para acceder al mercado hispano, Hollywood trasladó a Los Ángeles a multitud de actores de habla castellana para protagonizar sus versiones en español. Estas películas se rodaban de noche, cuando acababa el rodaje de la versión en inglés.
Carlos Villarias nació en Córdoba el 7 de julio de 1892 y murió el 27 de abril de 1976 en Los Ángeles. Dejó a sus espaldas una filmografía de 83 películas.
Muchos críticos, como puedes comprobar en el vídeo que encabeza el texto, consideran su «Drácula» superior a la de Bela Lugosi. Los climas, los atrevidos vestidos de Lupita Tovar, la utilización de la fotografía nocturna y la espectacular interpretación de Alvarez Rubio como Renfield son de destacar. El DRACULA HISPANO tiene un valor increíble como testimonio de una época en que el cine no dominaba los subtitulados.
Carlos Villarías Llano Actor, nacido en Córdoba el 7 de julio de 1892. Hijo de un general del ejército español que cambia continuamente de lugar de residencia. Realiza sus primeros estudios en San Sebastián y termina la carrera de Derecho en la Universidad de Valladolid; abre un bufete, pero pronto abandona la abogacía para dedicarse al teatro, pasando por modestas compañías de zarzuela y opereta hasta que decide probar fortuna en París, donde canta con éxito en «La Gaité Lyrique». Aclamado por la crítica italiana desde su debut en el Teatro Víctor Manuel de Torino, recorre el país en los meses anteriores al estallido de la guerra en Europa. Procedente de Génova, desembarca en los Estados Unidos el 13 de marzo de 1915 y su perfecto dominio del inglés llama la atención del actor y empresario Lou Tellegen, que le propone incorporarse a la compañía dramática que dirige. Forma parte del grupo fundador del Teatro Español de Nueva York, en cuya inauguración representa el drama de Angel Guimerá, «Tierra baja». Llega a California en 1923 y, tras breves apariciones en el cine mudo, junto a Rodolfo Valentino o Pauline Frederick, el 19 de julio de 1930 firma con Fox un contrato que se prolonga por un año. Durante las dos décadas siguientes trabaja intensamente, tanto en los estudios de Hollywood como en México, y regresa a España en 1949 para concluir poco después su eficiente trayectoria cinematográfica. Ocasionalmente figura acreditado bajo el nombre de Carlos o Charles Villar.
PELÍCULAS DE CARLOS VILLARÍAS:
1930: «El cuerpo del delito», «Estrellados», «El precio de un beso», «Amor audaz», «El hombre malo», «Del mismo barro», «El valiente», «El último de los Vargas», «Cuando el amor ríe». 1931: «Drácula», «La gran jornada», «El Código Penal», «Del infierno al cielo», «El impostor», «Svengali», «Cuerpo y alma», «Hay que casar al príncipe», «Goldie», «El pasado acusa». 1932: «Hombres en mi vida». 1933: «The California Trail», «Dos noches», «No dejes la puerta abierta», «La ciudad de cartón». 1934: «Granaderos del amor», «Dos más uno, dos», «Tres amores», «Bordertown», «Señora casada necesita marido», «An Old Spanish Onion», «¡Asegure a su mujer!». 1935: «Goin’ to Town», «El diablo del mar», «Te quiero con locura», «El misterio del rostro pálido». 1936: «¡Ora Ponciano!», «Irma, la mala», «El superloco». 1937: «Nostradamus», «Ave sin rumbo», «Tengo fe en ti» (terminada en 1940), «La vida bohemia». 1938: «Rose of the Rio Grande», «Tropic Holiday», «Verbena trágica», «Mis dos amores», «Starlight Over Texas», «California Frontier», «Paris Honeymoon», «Frontiers of ’49», «El trovador de la radio». 1939: «Papá soltero», «Los hijos mandan», «El otro soy yo», «El milagro de la Calle Mayor», «La Inmaculada», «Tropic Fury». 1940: «Meet the Wildcat». 1941: «Hold Back the Dawn». 1942: «Espionaje en el golfo». 1943: «Canto a las Américas», «¡Qué hombre tan simpático!», «El padre Morelos», «El hombre de la máscara de hierro». 1944: «Hotel de verano», «Tribunal de justicia», «Gran Hotel», «Cuando escuches este vals», «La hija del regimiento», «Asesinato en los estudios», «El museo del crimen», «El rey se divierte», «Rancho de mis recuerdos». 1945: «La barraca», «La mujer legítima», «La casa de la zorra», «Rayando el sol». 1946: «La pecadora de Magdala», «Los siete niños de Ecija», «La otra», «Vida íntima de Marco Antonio y Cleopatra». 1947: «La diosa arrodillada», «Una aventura en la noche». 1948: «Zorina», «Lola Casanova», «Comisario en turno». 1950: «Jack, el Negro». 1951: «La ciudad de fuego». 1952: «Decameron Nights».
La memoria y obra de cuántos Carlos Villarías no se perderán. Nunca he conocido mi ciudad ni su gente, tal vez porque nunca he estado seguro de que lo que veía no era un teatrillo preparado por los directores de escena.
De todas formas, una entrada soberbia, Tabernero. Gracias.
Con todos los respetos, tabernero eres la po… Me dejas sin palabras, para quitarse el sombrero.
Pues es bueno doblemente, primero por sí mismo, porq en cuanto a dato de filmoteca es insólito y muy interesante, tb porque es un dato curioso saber quien practicaba el inglés en aquellos años por estas córdobas y además has conseguido, tabernero, asacar a Pincho a la palestra y de paso sabemos q no se ha ido al extrangero sin decir ni adios. jejeeje.
con música: el cordobé cuando muerdeee (el cuello y no el pollo), ej q muerde de verdaddd y a ninguno le interesa morder pa luego soltarrrr.
saluditos >;0]
Muerto de envidia por no haber publicado yo esta magnífica entrada, lo menos que puedo hacer es poner una foto del anuncio del estreno de la película, publicado en la prensa local el 7 de Noviembre de 1931:
«Muerto de envidia por no haber publicado yo esta magnífica entrada…» otro cachondo! xDDD