La Junta Islámica denuncia la expulsión de la Mezquita de un grupo de profesores de árabe
PÚBLICO.ES – Córdoba – 13/01/2010 20:43
La Junta Islámica denunció ayer la expulsión de la Mezquita de Córdoba de un grupo de profesores universitarios estadounidenses, tres de ellos musulmanes, por no llevar guía oficial. “Les dijeron que no podían dar explicaciones, que tenía que ser un guía oficial, que se marcharan”, afirma Mansur Escudero, presidente de la Junta en España. Según Escudero, el grupo, de 13 personas, estaba encabezado por Bachar Feisal, imán y profesor de Árabe y Estudios Islámicos en la Universidad de Maryland y realizaban una visita exploratoria a la ciudad para iniciar un programa de intercambio cultural. “Se han llevado muy mala impresión de Córdoba, la ciudad que se quiere vender como de la tolerancia y de diálogo interreligioso”, añadió Escudero.
Según un portavoz del Cabildo de Catedral de Córdoba, titular de la antigua mezquita –consagrada al culto cristiano desde el siglo XIII–, “estas personas incumplieron reiteradamente, pese a los avisos, las normas previstas para la visita del templo en horario litúrgico”, informa Europa Press. Las visitas entre las 8.00 y las 10.00 horas, que es cuando el grupo accedió, sólo se pueden realizar de forma individual y en silencio, según explicó el Cabildo. “Es algo insólito, ellos no estaban dando gritos, fueron respetuosos en todo momento, y ya pasó lo mismo con otro grupo de compañeros”, asegura Escudero, que aclara que entre el grupo había una chica cristiana que decidió ponerse un velo «por respeto al templo».
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Lo primero quien los expulsa y en nombre de quien la mezquita de Córdoba no es de España siquiera, entonces las autoridades españolas no son marionetas del Vaticano si o no?
La mezquita de Córdoba efectivamente pertenece al Vaticano y por eso debería tener seguridad privada y no a los policías pagos por los españoles.
Claro deberían quitarle el nombre y pasar a llamarle iglesia católica por la difusión de la islamofobia y la xenofobia dirigida desde el Vaticano.
Un saludo