Estudio técnico de la techumbre de la Mezquita

Las obras maestras realizadas por carpinteros islámicos, en cuanto a alfarjes, conservadas en la Península Ibérica, son el techo de la mezquita alhama de Córdoba y la techumbre de la iglesia de San Millán de Segovia.

El techo cordobés fue estudiado, como ya hemos señalado, por el arquitecto Félix Hernández Giménez y parcialmente reconstruido y recolocado por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. Ambos basaron sus investigaciones en el análisis de las piezas que restan del techo original de la mezquita alhama.

También nosotros hemos investigado esas y otras piezas a las que anteriormente no se tuvo acceso, siendo el resultado de nuestro estudio el siguiente:

1. Las piezas que se conocen parecen pertenecer a un mismo estilo y a una sola techumbre, la ampliación de la mezquita de al-Hakan II, como si se quisiese remarcar el carácter individual que tiene esta fase constructiva de la mayor sala de oración de Córdoba, que verdaderamente parece una mezquita dentro de otra mezquita, o, como dijo Leopoldo Torrés Balbás, «una mezquita nueva adosada a la anterior».

2. Esta techumbre era un alfarje en el que las vigas servían de apoyo de los tableros. Por los dibujos de los aproximadamente 100 fragmentos de vigas estudiados hemos dividido éstas en siete modelos; cada modelo tiene pequeñas diferencias en la talla y parece ser que en cada nave se colocaba un sólo modelo de viga.

3. El dibujo de la tabla corrida que se colocaba bajo el apoyo de las vigas señalaría el tablero a colocar perpendicular a la tabla, tablero que estaba apoyado sobre las vigas y que se componía de tres o cuatro tablas ensambladas a media madera.

Sobre estos tableros se clavaban otros que iban tallados, pero de los que no queda resto alguno. Esta ausencia de la talla o atauriques de los tableros de este techo ha supuesto una gran pérdida para el conocimiento del desarrollo de la talla de los tableros musulmanes de madera.

El arquitecto Velázquez Bosco confeccionó una serie de tableros con atauriques y los colocó en la techumbre actual. No dejó ningún escrito explicando la razón de esta decisión. Nosotros, por nuestra parte, consideramos estos techos al menos como no ciertos.

4. Bajo el techo se colocaba un friso o alicer compuesto por dos piezas; una de ellas presenta una inscripción en árabe con rasgos propios de estilo cúfico simple. (… +)

Fuente: http://www.arquitectura-tecnica.org/ARTCERCH65-13.htm

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