Quinta visión: El festín de Baltasar
El rey Baltasar, hijo de Nabucodonosor, celebra un banquete impío con mil de sus príncipes. Ya ebrio, ordena que se sirva más vino en los vasos del templo de Jerusalén, que su padre había conseguido como botín. En ese momento aparecen los dedos de una mano que empieza a escribir sobre el muro tres misteriosas palabras: Mane, Thecel, Phares, de significado desconocido para los sabios, que son requeridos por el rey para interpretarlas. La reina reclama la presencia de Daniel, el profeta que supuestamente ha sobrevivido a demasiados reinos, que además de amonestar con severidad a Baltasar, le explica el significado de las tres palabras. Se trata de las predicciones de la caída del rey. Mane significa que Dios ha puesto fin a su reino; thecel, que su peso en la balanza no ha alcanzado el requerido; y phares, que el reino se ha dividido y se entrega a medos y persas.
El banquete se celebra bajo una gran arco de herradura –que en el beato de Magio imita a los arcos califales de la mezquita de Córdoba con dovelas despiezadas alternando colores claros y oscuros–, en torno a una mesa circular con los invitados recostados a la manera romana. El artista ha asociado dos conceptos relacionados con culturas paganas, la romana y la islámica, en una representación de carácter negativo. Además, el vino de la profanación recibe especial atención, ya que aparece en primer término, transportado en una redoma por un sirviente.
Fuente: http://www.moleiro.com/miniatura.v.php?p=605/es
NOTA: También se ha querido ver una transposición del patio de la mezquita cordobesa en la ilustración del Cerco de Jerusalén del Comentario del Libro de Daniel ./ 77
La lámina de la derecha no es la que cito. Esta se titula «El vertido de la séptima copa» pero no me digáis que eso no es igualito que el Patio de los Naranjos.
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