La Mezquita de David Hockney, padre del pop art británico

No hace demasiado tiempo el Tabernero dedicó un artículo en esta misma publicación a uno de los más reconocidos representantes del pop art británico, Ronald B. Kitaj. Hoy le toca el turno a David Hockney (Bradford, 1937), amigo de aquél desde los años en los que ambos estudiaban en la Royal College of Art de Londres y que junto a artistas como Peter Phillips, Derek Boshier, Patrick Caulfield, Allen Jones, Peter Blake o el mismísimo Richard Hamilton, componían una amplia y variada nómina de autores seducidos por las imágenes de la cultura popular tomadas de los medios de comunicación, definición ésta de manual que describe a la primera el concepto pop art.

El estilo de Hockney, al igual que sucedió con el de otros que se engloban dentro de la etiqueta pop art, ha ido evolucionado a lo largo del tiempo. Sus comienzos evidencian una influencia patente del expresionismo y, más aún, del propio Bacon, austeridad expresiva que fue derivando, ya en los sesenta, hacia un realismo más colorista, patente sobre todo desde sus primeros contactos con el pop art neoyorquino. El mismo autor en alguna ocasión escribió lo siguiente: «Yo pinto lo que quiero, cuando quiero y como quiero» y enumera a continuación algunos de los temas de sus pinturas: «Paisajes de países extranjeros, gente bella, amor, propaganda e incidentes importantes (de mi propia vida)».

Andalucia, Mosques, Cordova (2004)
Andalucia, Mosques, Cordova (2004)

En relación al pop art británico, anterior cronológicamente al de Nueva York, y de características muy personales, Lucy R. Lippard escribía lo siguiente:

«Se puede decir que el pop art se desarrolló en Inglaterra como un proyecto estético opuesto a la opinión vigente. Pero a medida que este proyecto o idea fue extendiéndose, su aceptación, absorción incluso, por parte de varios pintores, condujo a una serie de adaptaciones. El pop art fue modificado, por ejemplo, al encajar en el arte abstracto pictórico, y también al ser usado como una renovación del arte figurativo, algo afeminado en el caso de Hockney, y refinado, en cambio, en el de Jones. A modo de respuesta a la pregunta: «¿De modo que el pop art se considera en Inglaterra como una figuración vitalizante?», Jones respondió: «Sí». El hecho de que el pop art inglés no posea la densidad y el rigor del pop art  neoyorquino puede deberse a la tendencia de los británicos a modificar las ideas y aceptar los cambios con prudencia, equilibrar las fuerzas y aplazar el momento del acuerdo definitivo. Los artistas pop ingleses se mostraron históricamente rápidos y oportunos, lo cual es admirable, pero se diría que cierto temor a parecer demasiado simples (como si hacer bien las cosas difíciles de una en una no fuera ya de por sí suficiente) ha bloqueado el remate total del estilo, a pesar de lo diverso y rico que es el pop art.» (Lucy R. Lippard, El Pop Art, Ediciones Destino, Barcelona, 1993).

Andalucia. Fuentes, Cordoba (2004)
Andalucia. Fuentes, Cordoba (2004)

Pero las razones que nos inducen a que David Hockney se tome un medio en esta taberna no derivan de su dilatada e influyente trayectoria, glosada en numerosas monografías y estudios relativos al pop art. Dichos motivos habría que buscarlos en el viaje que realizó a Andalucía en 2004, concretamente a las históricas ciudades de Córdoba, Sevilla y Granada. En dicho viaje, que duró unas dos semanas, realizó un total de seis acuarelas en las que se dejó seducir por la arquitectura islámica del sur de España. Dicha colección fue presentada en la Exposición de Verano de la Royal Academy de Londres de ese mismo año.

Cartel de la Summer Exhibition 2004 - Royal Academy of Arts
Cartel de la Summer Exhibition 2004 - Royal Academy of Arts

La Exposición de Verano de la Royal Academy de Londres de 2004 en El País (10/06/2004)

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