A la espera de los deseados monográficos dedicados a las visitas de artistas de la talla de Rodin o Matisse, cuya definitiva plasmación en uno o varios artículos en esta publicación deberá ser objeto de gozo por sus lectoras y lectores, y a modo de refresco con el que mitigar estas tardes de intenso calor tórrido, detengámonos hoy en una autora que, si bien no es conocida para el gran público de nuestro país, obtuvo en su momento el reconocimiento de sus paisanos de la industriosa ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania (Estados Unidos de América del Norte): Johanna Hailman (1871-1958).
Nació en el seno de una familia acomodada de Pittsburgh, estatus social que fortaleció con su matrimonio con un importante industrial del acero. Sin embargo, su personalidad fuerte y enérgica, sustentada sin duda por su privilegiada situación económica, la condujo a realizar una importante carrera artística hasta ser considerada, ya en los años treinta del siglo XX, como «la principal mujer artista de Pittsburgh». Su primera exposición la realizó en 1896 cuando tenía veinticinco años y anualmente realizó una, salvo dos años, hasta 1955, tres años antes de su muerte a la edad de ochenta y siete.
Su acuarela cordobesa, la que le otorga el honor de formar parte de la galería de viajeros ilustres de esta Taberna, debió realizarla a una edad temprana, entre los veintitrés y veinticuatro años de edad, aprovechando seguramente un viaje por tierras europeas. Consideramos interesante la acuarela, no sólo por representar el estado del puente romano cordobés antes de las primeras reformas del siglo XX, sino porque lo representa con colores vívidos, lo cual no deja de ser un afortunado contraste con la fotografía desvaída de la época.
Además de los recurrentes floreros y temática paisajística de corte burgués, Hailman comparte el entusiasmo de su paisano Aaron Henry Gorson (1872-1933) por la temática industrial, como se puede comprobar en su Mills, Trains, and Barges (Molinos, trenes y barcazas) de 1940.
Como no quiero parecer grosero o desconsiderado, gracias a todos aquellos que en artículos anteriores me hicieron ruborizar con sus palabras. En este período previo a las vacaciones prefiero dar salida a algunos artículos que tengo pendientes de publicar. De ahí que el escaso tiempo que permanezco delante del ordenador lo dedique a prepararlos. Gracias de nuevo a todas y todos.
Impagable dortor, belleza y cultura a espuertas tiene todo lo q nos dedicas.
Pues si sigues así Dr., ofreciendo estos maravillosos retazos de historia del arte de Córdoba, no tendrás más remedio que utilizar ese agua tan buena que hay para ello, agua-ntarte, porque la verdad es que es un disfrute ver tus trabajos. Y felices vacaciones, que algunos, y Lisis lo dijo el otro día, somos como los japoneses en materia de vacaciones.
Enhorabuena y felices vacaciones.
Nunca defraudas, Doc. Dejas el listón muy alto. Ya lo dijeron los latinos:
· FACILE PULCHERRIMUS ·
Estoy deseando ver el próximo. Feliz verano.