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Aparecido en el siglo XIX en el Castillo de Monzón en Palencia, Se encuentra hoy en el Museo del Louvre de Paris, este león de bronce de origen musulmán, posiblemente tomado como botín durante la reconquista cristiana, y que fue encontrado en el siglo XIX entre las ruinas del antiguo castillo. Su último propietario en España fue María Fortuny, se desconoce como llega al Louvre, pero parece una venta privada.
-Denominación : León con cola articulada
-Lugar de producción : España musulmana
-Fecha / Periodo : Siglo XII, o anterior
-Material y técnica : Bronce moldeado y grabado con buril
-Dimensiones : A. 30,08 cm; l. 54 cm
-Ciudad de conservación : Paris
-Lugar de conservación : museo del Louvre, departamento de las Artes del Islam
-Número de Inventario : 7883
La fiera, potentemente estilizada, se apoya sobre sus patas traseras un poco replegadas. Las patas delanteras, cortas y rígidas, están tendidas en la misma línea. El hocico está abierto ampliamente, como una boca de fuente. Esta función probable se confirma por un orificio colocado bajo el vientre. La inclinación del cuerpo hacia atrás se corrige con una cola de terminación decorada con florones, articulándose en una bisagra. Una fina decoración grabada recubre el cuerpo. La melena se representa con rizos paralelos. Las patas están tapizadas con círculos y florones. Los flancos llevan un panel epigráfico. Los ojos, en forma de almendra, están en fuerte relieve, así como la ceja que dibuja alrededor de la cabeza un círculo completo.
Descubierto en el siglo XIX en Monzón de Campos, en un castillo cerca de Palencia y que había sido retomado por los cristianos a partir del siglo XI, el objeto plantea muchas cuestiones. Nos interrogamos sobre su función – ¿elemento de fuente o pebetero? – y su fecha de ejecución: siglo XII, o más tarde. El objeto se ha relacionado con una pequeña estatuilla de león fatimí, realizada en Egipto hacia los siglos XI-XII, y cuya boca es también en forma de gollete. Sin embargo, el león de Monzón, de factura completamente diferente, se acerca en muchos rasgos a los bronces del califato de Córdoba (929-1031): mismo ojo de almendra, misma decoración compuesta de follajes de terminación decorada con florones (ya empleados en la decoración mural de los palacios omeyas de Siria y Jordania), mismo carácter estático que afecta al cuerpo y a la ornamentación. Si la ejecución está menos terminada que la de los bronces realizados «en los talleres reales de Córdoba», para retomar la expresión del historiador al-Maqqarî (1577-1632), podría ser más antigua de lo que se cree. ¿Principios del siglo XII?
A causa de su hocico boquiabierto, el león de Monzón servía probablemente de boca de fuente. En el ciervo de bronce de Madinat al-Zahra (después de 936), conservado en el Museo Arqueológico de Córdoba, el agua llegaba por un conducto al zócalo tabular, pasaba al interior de las patas y, a continuación, surgía de su hocico. En el león conservado en el museo de Kassel, un tubo emerge todavía de la boca. Eran objetos asociados con la decoración de arquitectura de los palacios y de ahí se inspiraban de modelos orientales no menos prestigiosos. No obstante, no ha subsistido ningún animal de gran tamaño proveniente del Oriente abasí, aparte de un caballo enjaezado diseñado en reducción y algunos pájaros a tamaño natural.
Fuente de la descripción: http://www.qantara-med.org
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