Darío de Regoyos, la iglesia de Santiago y la azotea de Ravé

Permitidme que hoy escriba en primera persona, que deje por un momento mi habitual estilo indirecto, un tanto abstracto e impersonal. Y todo a causa de un feliz hallazgo, o posiblemente redescubrimiento, que ya de ver tantas imágenes históricas de Córdoba no sé si es la primera vez que las observo o es que me siguen sorprendiendo como la primera vez las vi.

Este artículo podría tejerlo de la forma ya habitual. Es decir, en primer lugar, escribiendo algunas notas biográficas o estilísticas sobre el autor de la pintura, fotografía o grabado; en segundo lugar, invitando a la lectora o lector a la contemplación de las obras objeto del artículo. Pero no. En este caso no. Me limitaré a indicar que el autor de las dos estampas es el asturiano Darío de Regoyos, uno de los más genuinos representantes del impresionismo español. Para todo lo demás, un buen libro de Historia del Arte o, en su defecto, la wikipedia.

Darío de Regoyos. Torre en Córdoba. 1904
Darío de Regoyos. Torre en Córdoba. 1904

El título de la obra, Torre en Córdoba. Pero, ¿qué torre?, ¿en qué Córdoba?  A simple vista no parece tener mucha dificultad la identificación. Se trata de la torre-alminar de la iglesia de Santiago, calle Agustín Moreno, antes del Sol, con su conocida espadaña. Pero permitidme el dislate. Se trata de mi torre-alminar de Santiago, la que divisaba desde mi azotea de la calle Ravé en idéntica perspectiva. Descarto, por la cercanía de la torre, que don Darío estuviera en mi casa, que por aquella época debía ser propiedad de una funeraria. Me decanto por ubicar el punto focal en alguna de las casas que abren a la contigua calle Frías, concretamente en una que ya en los ochenta, o finales de los setenta, se realizó con arquitectura llamémosle tradicional-moderna. Pero qué extraordinario contemplar la iglesia con los mismos ojos que don Darío.

Calle Ravé 17, Córdoba
Calle Ravé 17, Córdoba

En el número 17 de la calle Ravé nací hace ya más de cuatro décadas y con la milagrosa panorámica cordobesa que ofrecía su azotea disfruté hasta los años noventa del ya pasado siglo. Como era habitual en Córdoba por aquellos años en esa casa vivía toda la familia. No sólo la nuclear, también los abuelos, los tíos, los primos y hasta un platero que vivía de alquiler. Casa más cordobesa, imposible. Tras su adquisición en los años cincuenta se procedió a su reforma para su adecuación a vivienda de los distintos hijos de su comprador, Antonio Sáez Pozuelo, abuelo paterno de quien escribe, conocido en la ciudad no sólo por su profesión original, la de espartero, sino por ser capataz de capataces de los pasos de Semana Santa. Entre los vecinos de la calle recuerdo los apelativos derivados de sus gremios: los pintores, los tocineros, los piconeros, la de los huevos… y Cá Periquín, tienda de ultramarinos a la antigua usanza, que aún existe algo reconvertida. La Córdoba medieval aún pervivía en el último cuarto del siglo XX.

Darío de Regoyos. Una calle en Córdoba, 1903
Darío de Regoyos. Una calle en Córdoba, 1903
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15 comentarios

  1. Emotiva evocación de las coincidentes apreciaciones de la torre de la iglesia de Santiago desde la azotea de Ravé en misma perspectiva aunq en distintas épocas.

    La segunda pintura plasma la sociedad cordobesa: a un lado el cura en misma acera q la mujer del fondo q parece portadora de burka, en todo caso portadora de la represión moral infringida por quien va a su encuentro por el mismo lado de la calle. En medio, campeando a sus anchas, el señorito andalúcordobé (quizá tb un dislate de comentario al respecto, pero bueno, es una impresión espontánea q tal cual la dejo)

    Lo dicho «dortor», me ha encantado su evocación y las imágenes q nos trae, gracias.

  2. Dr. muy emotiva como dice Lisis, que dibuja el argumento del segundo cuadro muy bien, pero es así. Y no te puedes sustraer a ello, es imposible. Cualquier pequeñez, por pequeña que sea puede ser para uno lo más importante. Esa sensación Dr. la he sentido muchas veces y algunas más complejas y, a medida que cuatro decadas se conviertan en alguna más, más. Y Lisis hay dos esclavas más al fondo, también con burka y el de la izquierda cabizbajo, comparado con la altanería del del medio y el de la derecha, que también significa cosas, aunque no estuviese en el ánimo del pintor que así fuese. Las visiones personales son eso personales.

    • Si, me di cuenta Paco, pero no tenía ganas de «enrearme» más (estoy mu floja con esta caló, creo q me trasladaré al hospital en breve dado q el polo norte me queda lejos, ejejej)

  3. Es posible que el cuadro no tenga intención descriptiva, sólo simbólica. Si Regoyos dice que eso es Córdoba, debe serlo. Así la sintió. Cien años después la estampa sigue siendo similar:

    señorito a caballo
    (Con el permiso del Tabernero)

  4. Por supuesto que no es solo pictórico, aquí Lisi ha hecho un análisis tremendamente acertado del cuadro «Una calle de Córdoba». Regollos está inmerso de lleno en la generación del 98. Él viaja dos veces a Córdoba; en un primer viaja en 1903 viene solo a esta ciudad a visitar a su gran amigo Pio Baroja, que supongo que sería su compañero de paseos por Córdoba. El segundo viaje es al año siguiente y para conocer Andalucía, desconozco si Baroja le acompañó pero es probable que así fuera.
    Puedo imaginarme sus conversaciones mientras pasean por la ciudad, uno, Pío, autor de la feria de los discretos, y Regollos, también proclive a la escritura, famoso en círculos literarios por un texto con el título de «La España Negra» y que pienso que en tales circunstancias y compañías, dejó perfectamente reflejado en este cuadro.
    Diste en el clavo amiga Lisi, tan así que mira lo que pasó luego, que todios acabó poniendo al señorito. Por cierto, que conocía los cuadros antes de hacer la foto, con lo que no descarto que algo, o el propio cuadro, brotara en mi subconsciente cuando vi la escena y la capturé.

    Amigo Mabuse, te adjunto aquí algunos datos más sobre los cuadros, igual podrías subirlos a tu post, quizás queden bien poniéndolos como pies de foto a modos de sumarios.

    Una calle de Córdoba (1903) (que yo creo que es Capuchinos)
    Óleo sobre tabla (40×31,5)
    Colección particular.

    Su primer propietario fue el violinista suizo y amigo de Regoyos, Gustave Koeckert.
    Fue expuesta en la Royal Academy de Londres en 1903 y en la Galería Druet de París en 1906.

    Torre de Córdoba (1904)
    Óleo sobre lienzo (65×54)
    Colección particular.

    Fue expuesta en la Galería Durand-Ruel de París en 1905 y en el II Salón Anual «Les Independant» de Bruselas en 1906.

  5. Por cierto Mabuse, que la foto que has puesto de la calle Rave es una genuina y auténtica «postal cordobesa» del tercer milenio de Córdoba.

    • Los cables que indicas tienen una explicación. Los del número 17, al ser vendida por mi familia fue rehabilitada por el comprador. Afortunadamente, éste ha respetado totalmente la fachada y la estructura interior del inmueble. La foto corresponde a poco tiempo después de finalizada dicha rehabilitación.

      En segundo lugar, los que cruzan la calle corresponden a la derivación efectuada a causa de la obra de la esquina de la calle Frías (en el solar de mi antigua vecina Conchi, aquella que llamó la atención a mi madre porque ponía la música demasiado alta), que obligaron a que el cableado se pasara a la acera de enfrente. Cuando pasé y tomé la foto, esta casa estaba recién terminada.

      Dato curioso: antes de la construcción de las casas de la esquina izquierda, de cuyas fachadas pende ese amasijo de cables, existían en ese mismo solar hasta los años ochenta los antiguos almacenes de vino de Carbonell.

      No sé como se encontrará la calle actualmente. Es posible que el cableado esté ya en su correcto sitio. No suelo pasar por la calle. Habré pasado sólo tres veces por ella desde que me fui. Cuando lo hago se me hace un nudo en la garganta.

  6. Yo aquí me he perdido, el del caballo me parece que es un amigo, el otro día se lo dije a su mujer, me parece que en una foto he visto a tu «marío». Y es posible. Pero en lo de la calle capuchinos me he perdío del todo. Es posible que sea Alfaros y que antes de vender la parte baja del convento del Cister para viviendas hubiese una entrada neoclasica (me lo parece) por lo que la espadaña no podría ser la de los dolores. Estoy hecho una coliente de agua.

  7. Oye, Doc, que llevo tres días intentando mandarte un mensaje con archivo adjunto y no me deja… ¿te pasa algo en el correo? bueno, ya me dices, o mándame un correo alternativo, a ver si puedo mandártelo.

    • A mi tb me ha dado error siempre en los emails multitudinarios de «llamada a parroquia» realizados con motivo del encuentro en la feria. Así q señor dortor, haga usté er favor de mandarnos un emails dsd el suyo para poderlo tener contactado para otras ocasiones (si puede acceder al panel de control, supongo q puede ver los correos de l@s parroquian@s).

  8. Fantástico, Dr.Mabuse, por tu exposición, y a todos los que participan en esta conversación. He aprendido mucho y me he dado cuenta de que no solo yo sabe disfrutar y sentir mi ciudad (me sentía solo). Me has tocado dentro y me he alegrado de comprobar que hay gente que sabe apreciar lo auténtico de nuestra tierra. Siento no poder, o saber, enriquecer este foro, pero cada vez más me alegro de haber sido parte de él. Gracias.

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